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Omaña, Riello, Láncara, Los Barrios y Valdesamario; por el
Este, hasta más allá de Puerto Ventana con los concejos de
Teverga y de Quirós, y por supuesto el de Somiedo; y por el
Oeste, la parte alta del Bierzo, los concejos de Palacios del Sil
y Toreno principalmente (en León) y los de Ibias y Degaña en
Asturias, afectando también sus zonas cercanas
”.
Como puede observarse, culturalmente no existen
fronteras taxativas a semejanza de las administrativas, sino que
la grandeza está precisamente en esa pluralidad, cuestión que,
en este caso, nos advierte de los lazos que siempre han existido
con los vecinos del Principado de Asturias, aún estableciéndo-
se ciertos límites lingüísticos en los que se diluyen rasgos en un
sentido y en otro.
Sobre la palabra
pachxuezu
se nos dice que deriva de
palluezo
, habitante de las
pallozas
, que son las antiguas casas
tradicionales de planta elíptica o rectangular con cubierta de
teitu
, esto es, de
cuelmo
-que es paja de centeno-, y que hoy se
pueden contemplar, aunque no demasiados ejemplos, en
Omaña y Laciana.
Son varias las razones que han motivado la desapari-
ción del
pachxuezu
como de otras hablas. Algunas de ellas pue-
den fundamentarse en que se transmitieron oralmente y no de
forma escrita; en que se circunscribieron a una pequeña zona
teóricamente aislada en relación con la amplitud del resto de la
provincia; en una progresiva alfabetización gracias a los buenos
y afamados maestros que hubo en estas montañas, especial-
mente en Babia, Omaña y Luna; en la imposición del castella-
no; en la expresión que definía unos aperos determinados, unos
métodos de cultivo y unos usos cotidianos que ya no se practi-
can, y en la movilidad de las personas, artífices de la renova-
ción. Por todo ello, nuestros bisabuelos y abuelos fueron el últi-
mo eslabón, como también lo han sido el Padre César Morán o
Cayetano Bardón, y sólo gracias a ellos ha quedado en la
memoria de los sucesores, un lenguaje poco a poco recogido en
léxicos específicos y en escritos posteriores, y un acento que
proporciona singularidad al impuesto y moderno castellano.
Ambas posibilidades aún permite reconstruir añoranzas:
miánicas foi furmosa la fala
Verdaderamente fue hermosa el habla