131.
vivientes en la intimidad familiar o vecinal, indicándonos que
estamos en la montaña de León y que pueden ser percibidos a
poco que los viajeros estén atentos, a pesar de que la peculiar
fonética con la que hablaban nuestros antepasados, se diluya en
contra de una resistencia natural, en el nuevo
hablare
castella-
no.
el tradicional gobierno
de los pueblos
Un rasgo de identidad
Estas comarcas, como en el resto de la provincia, estu-
vieron regidas por los Concejos, una de las instituciones más
interesantes de la historia de León y de nuestro patrimonio cul-
tural.
Los Concejos fueron las reuniones vecinales que tie-
nen su origen en la Alta Edad Media, para dilucidar sobre los
asuntos que afectaban al gobierno de la comunidad. El Real
Concejo de Laciana, el Concejo de Ordás, el de Los Argüellos
o el de Omaña, son algunos de los que han gozado de mayor
nombradía e historia.
Solían hacerse en lugares emblemáticos del pueblo: un
árbol centenario, la casa de concejo, un lugar equidistante
(Aguasmestas, en Omaña; la collada del Coto, cerca de
Genicera, en la comarca de Los Argüellos), una fuente (la del
Fresno, entre Candemuela y Villargusán), o el pórtico de la igle-
sia. El momento acostumbrado era a la salida de la misa domi-
nical, pero también cuando resultaba necesario, siempre a la
orden del presidente y bajo toque característico de campana que
anunciaba que debía juntarse el concejo.
Se regían por el sistema de concejo abierto -hoy diría-
mos democrático, pero mejor-, que consistía en la participación
por turno de cada uno de los representantes de cada casa, cuya
asistencia era obligada, y con el derecho a ser escuchados den-
tro de unas estrictas normas de respeto, cuya contravención era
sancionada.
Allí se elegían el Juez y el Regidor, y se dilucidaban
las normas para mantener el orden; se establecía la regulación
de todo lo que afectaba a las prestaciones públicas de la vecin-
dad, llamadas
facenderas
; a lo referente a los distintos tipos de
ganado; a las propiedades comunales y sus sorteos para el apro-
vechamiento del común; a los amojonamientos; a la visita de