136.
tud, al final de la Misa de Gallo de Nochebuena. El cuadro
escénico suele estar formado por San José, La Virgen, el Niño,
un rabadán, un pastor piadoso, un zagal y un ángel.
Naturalmente, el conjunto de personajes puede aumentar. La
estructura se basa en tres cuadros: entrada de los protagonistas;
desarrollo del tema mediante cánticos, monólogos y diálogos,
y, finalmente, la despedida. En cada lugar se producen dentro
del desarrollo de cada escena, sus pequeñas diferencias, que son
los matices que van a distinguir o significar el parlamento y la
escenografía de cada una.
La otra gran representación teatral es el
Auto de
Reyes
. En ella se teatraliza la adoración de los Reyes Magos, lo
que popularmente se llama
Echar los Reyes
en esa noche mági-
ca para los niños, o al día siguiente. Suele mezclarse en ella el
elemento profano, pues se celebran pasacalles, bailes y la con-
sabida cabalgata. Al final del auto, se entregan regalos a los más
pequeños.
La falta de continuidad de semejantes costumbres,
hace que éstas y otras tradiciones sean practicadas de manera
imprevisible tanto en lo que se refiere al lugar como al año,
dado que dependen de circunstancias a veces impredecibles, y
de la propia espontaneidad en la decisión de ser llevadas a tér-
mino. Algo que, por ejemplo, también sucede con las
Hogueras
de Reyes
que se hacen en algunos de los pueblos de Omaña, en
torno a las que se reúnen los vecinos apurando las últimas horas
de la víspera de la Epifanía.
Pasado el tiempo y antes de la Cuaresma, el festejo
más sonado es el
Carnaval
(
antruejo
,
antroido
o
zafarronada
en tierras leonesas), que comenzaban con el
domingo gordo
. En
el pasado, el
Martes de Carnaval
era motivo para que en Babia
los mozos hicieran la
saca de potes
de las cocinas, en un
momento de descuido de las amas, para colgarlos en un lugar
del pueblo de difícil acceso. Estos
zamarrones
babianos que
corrían el
antroxu
disfrazados con zamarras y ropas viejas o
vestidos con pieles de animales (oso, lobo, zorro), terminaban
su carnavalada comiendo
turrenus
,
chanflaina
y
frixuelos
, y
organizando un buen baile de
chano
y de jotas. Hoy ya no se
hace con esa exactitud, pero aún se celebra un carnaval en
Riello según marca la tradición, ataviados esos mismos perso-
najes con disfraces confeccionados con pieles de oveja, caretas
de rasgos antropomorfos y cinchados de esquilas y cencerros.