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cia de que las
furnadas
de este día nunca se ponían
maurientas
(mohosas).
La Navidad, siendo fiesta religiosa, trae consigo cele-
braciones litúrgicas como la Misa del Gallo, donde se puede
cantar
El Ramo
, pero también otras que no precisan guardar ese
rigor. Nos referimos a las
Pastoradas
y a los
Autos de Reyes
,
que no necesariamente se ponen en escena con regularidad,
aunque en Riello se están representando en los últimos años de
forma encomiable.
El canto del Ramo
es una costumbre vigente y común
a toda la provincia leonesa, que se hacía en distintas épocas del
año y por distintos motivos, aunque en toda ella el esquema es
el mismo. El que se realizaba en Navidad, se cantaba al final de
la misa de las doce de la noche, cuyas estrofas, entonadas por
las mozas a medida que avanzaban hacia el altar, podían ini-
ciarse así:
En este portal estamos
hoy día de Navidad,
aguardando al Señor Cura,
que nos mande comenzar.
Y, después de sucesivos versos rimados en los que cabe la crí-
tica y la alusión jocosa a determinados sucesos acaecidos a lo
largo del año, terminar diciendo:
Levántese el mayordomo,
Si está por ahí sentado,
De mano de estas doncellas
Ponga a la Virgen el Ramo.
A todo esto, se ofrece un ramo montado sobre un bas-
tidor triangular de madera, que se adorna con ramas, rosquillas,
velas e, incluso, papeles de colores, que solían regalarse al cura,
rifarse los componentes o subastarse.
El otro acontecimiento son las
Pastoradas
. Este Auto
de Navidad es una representación religiosa surgida en el siglo
XI, que reproduce los momentos anteriores y posteriores al
nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, la aparición del ángel
y la adoración de los pastores. Lo tradicional es que sea repre-
sentado en el interior de la iglesia del pueblo, con la participa-
ción de buena parte de los vecinos, especialmente de la juven-
Las puertas ya están abiertas,
doncellas vamos entrando
de rodillas por el templo
y agua bendita tomando.