Entre las encinas, la
abubilla, la guardiana
del bosque, alertará de
cualquier acontecimien-
to con su singular canto.
Multitud de plantas aro-
máticas y medicinales
como el romero, can-
tueso, jaras o tomillos,
convirtieron al encinar
en un auténtico reser-
vorio para la medicina
popular.
Llegado el otoño, los pinares se convierten en ineludible punto de encuentro
para recolectores de setas. Ordenado ahora su aprovechamiento, níscalos y bole-
tos, así como otras muchas especies, propias también de otro tipo de ambientes,
surgen del suelo para deleitar la más exigente gastronomía.
Los minerales del Bernesga
Gratas sorpresas esconde el subsuelo en Villamanín, donde en 1920 fue des-
crito un nuevo mineral, la villamaninita, así llamado en memoria de la localidad
donde fue descubierto al estudiar otros minerales de cobre procedentes de minas
como La Profunda y Divina Providencia. Aunque la villamaninita sólo aparece
en estos valles, el cobre fue explotado desde antiguo en la comarca. En la veci-
20.
Mina a cielo abierto
La Robla