

Localidad/punto de acceso:
Varias localidades
Municipio:
Villablino
Punto de observación:
Falta
Coordenadas:
Falta
50
Rocas que afloran al pie de la carretera entre
Los Barrios de Luna y Garaño. Las lutitas (con un
carbonero asociado), pertenecen a un ciclotema;
las areniscas constituyen otro ciclotema, aunque
incompleto; los conglomerados se sitúan en la
base de un nuevo ciclotema.
Los ríos han sido, y son, uno de los agentes erosivos
más activos. A ellos se deben, en parte, algunos de los
paisajes que hoy se contemplan en todo Cuatro Valles.
Su capacidad de erosión y de transporte está condicio-
nada por la energía que acumulan que, a su vez, está
ligada a factores como su caudal, la pendiente de su
cauce o la resistencia de los materiales entre los que
discurren.
Así, la erosión de las rocas y el transporte de los
fragmentos que tras ella se generan no son uniformes.
Tras un periodo muy lluvioso, los ríos incrementan su
caudal: su poder erosivo aumenta, así como su capa-
cidad de arrastrar materiales más grandes y en mayor
cantidad. Por contra, en periodos más secos, su capaci-
dad para disgregar las rocas se reduce y los sedimentos
que transporta el agua son más finos. Estudiando estos
sedimentos y sus diferencias, los expertos pueden de-
terminar los cambios que se produjeron en el clima en
el pasado y relacionarlos con la capacidad erosiva de los
ríos que existieron en cada periodo.
Al noroeste de Garaño, en la carretera que se dirige
hacia el embalse del Luna, puede observarse este fe-
nómeno. Las rocas que afloran al lado de la vía, aguas
arriba del pueblo, forman parte de la cuenca carbonífera
de La Magdalena, depositadas en un medio pantanoso-
lacustre durante el Carbonífero.
Durante los periodos de grandes avenidas, los ríos
arrastraban fragmentos de roca de varios centímetros
de grosor; durante el transporte, los impactos recibidos
los iban redondeando, hasta que fueron depositados en
el fondo de aquellos lagos. Con el paso del tiempo die-
ron origen a conglomerados.
Cuando las lluvias remitían, los ríos solo podían
transportar los sedimentos más finos, en especial are-
nas y limos, que también terminaron por depositarse
en el fondo de lagos; se formaron así, respectivamente,
areniscas y lutitas. Las condiciones lacustres, con aguas
tranquilas, estancadas y con poco oxígeno, fueron las
idóneas para la formación de carbón, con frecuencia
asociado en la actualidad a afloramientos de lutitas.
Durante millones de años, los periodos de grandes
lluvias y los periodos más secos se fueron alternando,
de modo que las rocas que se formaron en unos y otros,
también lo hicieron. Así, a lo largo de la carretera se
suceden, una tras otra, varias series de rocas formadas
por conglomerados-areniscas-lutitas-capas de carbón.
Cada una de estas series se denomina “ciclotema” y,
aunque en Garaño alguna de ellas está incompleta, en
su conjunto muestran de forma didáctica cómo puede
estudiarse el clima del pasado a través de las rocas.
Tronco fósil de un árbol que vivió en el Carbonífero, conservado
en las areniscas que afloran al pie de la carretera a menos de un
kilómetro y medio de Garaño.
Detalle de un conglomerado. Este tipo de roca,
formada por cantos rodados, aparece en la base
de los ciclotemas de Garaño.
G ño
Soto y Amío
C rretera León -
Caboalles. P.K. 76,6
Coordenadas:
Huso 30; X 269108; Y 4742565
Pc C O S D Ca P T J Cr Pa N Q
Estratig.
Tectónico
Paleont.
Mineralog.
Geomorfológico
Glaciar
Fluvial
Kárstico
Otros
Los ciclotemas de Garaño
Cerca de este punto, destaca la presencia
del tronco fósil de un árbol del Carbonífero;
los sedimentos rellenaron el tronco hueco de
una licofita, uno de los grupos vegetales pre-
dominantes en este periodo, y reprodujeron su
morfología, lo que ha permitido que llegase a
nuestros días.