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Localidad/punto de acceso:

Varias localidades

Municipio:

Villablino

Punto de observación:

Falta

Coordenadas:

Falta

46

Muy cerca de Los Barrios de Luna y próximo a la ca-

rretera, se extiende un vallejo por el que discurre un pe-

queño arroyo. En su margen izquierda afloran las lutitas

y areniscas de la Formación Oville, caracterizadas por

su tonalidad pardo-verdosa y por tratarse de materiales

muy deleznables, que

casi se deshacen entre

los dedos.

Estas rocas se for-

maron durante el Cám-

brico, en el fondo de

un mar poco profundo

habitado por multitud

de organismos. Dado

Ejemplar casi completo del género

Solenopleuropsis

.

Dado que se trata de un molde del cuerpo del

animal, el fósil aparece como un negativo en la roca;

sin embargo, existen técnicas que permiten obtener

réplicas con el relieve original (derecha).

1. Trilobites del género

Paradoxides

. Aunque en este ejemplar no se han conservado, posee

dos largas espinas, una a cada lado de la cabeza; 2. cabeza (céfalon) del género

Conocoryphe

.

Fósil de un carpoideo de Los Barrios de Luna.

Los Barrios de Luna

Los Barri s de Luna

C rretera León -

Caboalles. P.K. 67,9

Coordenadas:

Huso 30; X 266365; Y 4747311

Pc C O S D Ca P T J Cr Pa N Q

Estratig.

Tectónico

Paleont.

Mineralog.

Geomorfológico

Glaciar

Fluvial

Kárstico

Otros

El yacimiento de trilobites de Los Barrios de Luna

que las condiciones fueron las adecuadas, los cuerpos

de estos seres pudieron quedar incorporados en las ro-

cas cuando estas se formaron tras la compactación de

los sedimentos, dando lugar a los fósiles que han llega-

do a nuestros días.

Las rocas más antiguas de la Formación Oville son

ricas en fósiles de unos seres ya extintos, pero muy

abundantes durante el Paleozoico: los “trilobites”. Se

trata de unos artrópodos cuyo cuerpo estaba forma-

do por segmentos articulados, que se

agrupaban en tres regiones: la cabeza o

“céfalon”, el tórax, y la cola o “pigidio”.

Cada uno de ellos estaba atravesado

por dos surcos longitudinales por lo que,

transversalmente, su cuerpo mostraba

tres lóbulos, de los que recibieron su

nombre.

Poseían un caparazón formado por

una proteína denominada quitina y

por carbonato de calcio. Al igual que

los artrópodos actuales, los trilobites

debían mudar su caparazón para poder

crecer, por lo que gran parte de los fó-

siles encontrados en este yacimiento

corresponden a mudas y no a trilobites

completos.

En Los Barrios de Luna se han encon-

trado numerosas especies, con tamaños

y ornamentaciones muy diversas. Su

abundancia y conservación ha permitido

establecer con precisión la edad de las rocas en las que

aparecen, así como estudiar la posición de los continen-

tes durante el Cámbrico. También se han descrito nue-

vas especies de trilobites, algunas de las cuales llevan el

nombre de esta localidad, como

Bailiella barriensis

.

1

2

En estas rocas existen, además,

fósiles de “carpoideos”, un enigmá-

tico tipo de equinodermos, el gru-

po al que pertenecen también las

estrellas y los erizos de mar. Estos

animales presentan una morfología

muy particular y están ayudando a

concretar las relaciones existentes

entre las rocas cámbricas de distin-

tos puntos del planeta.