

Localidad/punto de acceso:
Varias localidades
Municipio:
Villablino
Punto de observación:
Falta
Coordenadas:
Falta
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Muy cerca de Los Barrios de Luna y próximo a la ca-
rretera, se extiende un vallejo por el que discurre un pe-
queño arroyo. En su margen izquierda afloran las lutitas
y areniscas de la Formación Oville, caracterizadas por
su tonalidad pardo-verdosa y por tratarse de materiales
muy deleznables, que
casi se deshacen entre
los dedos.
Estas rocas se for-
maron durante el Cám-
brico, en el fondo de
un mar poco profundo
habitado por multitud
de organismos. Dado
Ejemplar casi completo del género
Solenopleuropsis
.
Dado que se trata de un molde del cuerpo del
animal, el fósil aparece como un negativo en la roca;
sin embargo, existen técnicas que permiten obtener
réplicas con el relieve original (derecha).
1. Trilobites del género
Paradoxides
. Aunque en este ejemplar no se han conservado, posee
dos largas espinas, una a cada lado de la cabeza; 2. cabeza (céfalon) del género
Conocoryphe
.
Fósil de un carpoideo de Los Barrios de Luna.
Los Barrios de Luna
Los Barri s de Luna
C rretera León -
Caboalles. P.K. 67,9
Coordenadas:
Huso 30; X 266365; Y 4747311
Pc C O S D Ca P T J Cr Pa N Q
Estratig.
Tectónico
Paleont.
Mineralog.
Geomorfológico
Glaciar
Fluvial
Kárstico
Otros
El yacimiento de trilobites de Los Barrios de Luna
que las condiciones fueron las adecuadas, los cuerpos
de estos seres pudieron quedar incorporados en las ro-
cas cuando estas se formaron tras la compactación de
los sedimentos, dando lugar a los fósiles que han llega-
do a nuestros días.
Las rocas más antiguas de la Formación Oville son
ricas en fósiles de unos seres ya extintos, pero muy
abundantes durante el Paleozoico: los “trilobites”. Se
trata de unos artrópodos cuyo cuerpo estaba forma-
do por segmentos articulados, que se
agrupaban en tres regiones: la cabeza o
“céfalon”, el tórax, y la cola o “pigidio”.
Cada uno de ellos estaba atravesado
por dos surcos longitudinales por lo que,
transversalmente, su cuerpo mostraba
tres lóbulos, de los que recibieron su
nombre.
Poseían un caparazón formado por
una proteína denominada quitina y
por carbonato de calcio. Al igual que
los artrópodos actuales, los trilobites
debían mudar su caparazón para poder
crecer, por lo que gran parte de los fó-
siles encontrados en este yacimiento
corresponden a mudas y no a trilobites
completos.
En Los Barrios de Luna se han encon-
trado numerosas especies, con tamaños
y ornamentaciones muy diversas. Su
abundancia y conservación ha permitido
establecer con precisión la edad de las rocas en las que
aparecen, así como estudiar la posición de los continen-
tes durante el Cámbrico. También se han descrito nue-
vas especies de trilobites, algunas de las cuales llevan el
nombre de esta localidad, como
Bailiella barriensis
.
1
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En estas rocas existen, además,
fósiles de “carpoideos”, un enigmá-
tico tipo de equinodermos, el gru-
po al que pertenecen también las
estrellas y los erizos de mar. Estos
animales presentan una morfología
muy particular y están ayudando a
concretar las relaciones existentes
entre las rocas cámbricas de distin-
tos puntos del planeta.