Background Image
Previous Page  45 / 177 Next Page
Basic version Information
Show Menu
Previous Page 45 / 177 Next Page
Page Background

L

as sopas siempre han estado asociadas al pan, ya que, en reali -

dad, son pan empapado de líquido. Se trata, entonces, de aprovechar el

sobrante un tanto endurecido, que en modo alguno se despreciaba en la eco -

nomía familiar. Hay que tener en cuenta, que la cocina popular sabe mucho

del aprovechamiento de sus disponibilidades culinarias. Por eso, las sopas

de ajo hechas con manteca, es plato habitual en estos valles, como en toda

la provincia de León, motivo por el cual únicamente aludimos a ella como

simple cita. Pero también, en un pasado no muy lejano, quizá, al resguardo

de algún chozo pastoril, humeaban las

sopas canas

elaboradas por algún

rabadán, ayudador o zagal habilidoso, que cuidaban de las merinas trashu -

mantes durante su estancia veraniega en los puertos de estas montañas. Más

estimadas fueron las sopas de fideos, no por la sopa en sí, sino por los fide -

os, que resultaban un regalo para los días de fiesta. Preludiaban el resto del

cocido o pote, que venía a ser la dieta diaria. Las sopas de pescado de mar,

acaso de congrio, eran una excepción, pero no la sopa de truchas, de exqui -

sito sabor y mejor apetencia, frecuente en Omaña, Valle de Samario y zonas

ribereñas.

De las sopas se puede pasar a los sopicaldos, caldos y calduchos, según la

cantidad y valor de los condimentos, resultantes de la cocción de verduras y

carnes. De tales

caldus

o

fervíus

son característicos la

caldeirada

, que es un

cocido de verduras; la

porrusalda

, que es otro cocido de puerros con poca

sazón, habituales en la comarca de La Cepeda, y los

caldos de arvejas

, en

Luna.

En el cultivo tradicional hortícola de la zona, nunca faltó la berza, impres -

cindible como plato previo a los entrantes, que acondicionaban el estómago

para la siguiente refacción, y entonaban el cuerpo destemplado. Así, de la

feracidad de los huertos cultivados generalmente en pequeñas parcelas pró -

ximas a los pueblos, dependía este suministro compartido con cebollas, ajos,

patatas, pimientos, habas, arvejos o guisantes y otras hortalizas.

S O P A S Y C A L D O S